Se hace imperiosa la necesidad de reflexionar sobre nuestro actuar para con
nuestros semejantes ante la situación actual de injusticia social, impunidad,
corrupción, violencia en que vive la sociedad guatemalteca en general; así como
de la situación de pobreza extrema en que viven los campesinos en el área
rural. No puede ni debe continuar.
Con toda humildad escribo este artículo con el firme anhelo de que el mismo
nos lleve a la reflexión para que todos coadyuvemos a lograr que en Guatemala
reine la Paz. Desde el punto de vista moral hablo de la Paz, porque en el
transcurso de mi vida, a pesar de mis imperfecciones como ser humano, siempre
he actuado con respeto a las demás personas encaminando mis esfuerzos para la
realización del bien común.
Desde el punto de vista moral debido a mi formación religiosa adquirida
cuando fui Seminarista de la orden Jesuita en Managua, Nicaragua, y en San
Salvador, El Salvador, y aunque no me ordene como Sacerdote, la teología, la
filosofía, los valores cristianos y morales, siempre los he puesto en práctica
en todas mis actividades cotidianas de familia, sociales y profesionales.
En vista de lo anterior hablo de la Paz, porque en el transcurso de mi
vida, a pesar de mis imperfecciones como ser humano, siempre he actuado con
respeto a las demás personas encaminando mis esfuerzos para la realización del
bien común. Tratando de seguir el dechado que nuestro Señor Jesucristo nos dejo
y el mandato de “Amar a nuestro Prójimo como a nosotros mismos”, sin importar
su raza, credo religioso, filiación política o estatus social.
La Paz instintivamente se percibe en lo más profundo de la conciencia
humana, al actuar con apego a principios y valores morales. Es más amplia y
compleja la Paz en el seno del conglomerado social, todo individuo tiene
aspiraciones o pretensiones que le permitan vivir en Paz.
En este sentido necesita que se le provea de un ambiente de seguridad
física, para el presente y el futuro, con libertad de vivir en sociedad, donde
se haga realidad la Justicia Social y Económica, recibiendo un trato
igualitario de la sociedad.
Po lo tanto en virtud a lo anterior queda claramente demostrado que la
aceptación y posición relativa ante sus semejantes es una meta Universal de
todo ser humano.
Como notarán las aspiraciones son muchas, pero difícilmente se alcanzan a
plenitud. En un estado de derecho, la sociedad remite sus aspiraciones a través
de los Partidos políticos quienes postulan a sus candidatos a ocupar cargos de
elección popular tales como Presidentes, Vicepresidentes, Diputados (as)
Alcaldes y Gobernadores.
Razón por la cual estos Partidos Políticos, que son los entes de derecho
público están obligados a escuchar y conducir sus inquietudes por los canales
legales establecidos; contribuyendo de esta manera al mantenimiento de la Paz
Social.
Por lo tanto es un deber y obligación moral y social el que los gobernados
mantengan la Paz con acciones Propositivas y No Desestabilizadoras. Guatemala
sufrió por Tres Décadas el martirio de una Guerra Interna absurda, sangrienta y
estéril, porque No existen argumentos válidos que la Justifiquen.
Es de suma importancia resaltar que la Paz fue herida de muerte,
deshumanizando nuestra sociedad, perdiéndose el respeto por la vida en aquellos
aciagos años de la Guerra Interna, para ponerle fin a esta guerra inútil y
fratricida se le dio inicio a un proceso en busca de la Paz que duro 09 años,
05 meses con 14 días.
Principio con el acuerdo de Esquipulas II, firmado por los Presidentes del
área Centroamericana el 07 de Agosto de 1987, Norman el procedimiento 11 puntos
para establecer la Paz Firme y Duradera en Centroamérica.
Finalizando con la firma del Acuerdo de Paz Firme y Duradera, en la Ciudad
de Guatemala el 29 de Diciembre de 1996, entre el Gobierno de la República, la
moderación de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Comandancia de la Unidad
Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG).
Desafortunadamente a la fecha de esa firma de la Paz han transcurrido 15
Años, 05 Meses y 26 Días, durante el transcurso de ese tiempo han surgido
nuevas amenazas en contra de la Paz, tan ansiada por los guatemaltecos; por
ello insisto en que el alcanzar y consolidar la Paz es responsabilidad de la
Sociedad guatemalteca en general.
La Paz esta constituida por una gama de elementos íntimamente entrelazados
que tienen relación directa con el ser humano, la Paz es viva, es dinámica,
fortaleciéndose o debilitándose con la conducta singular o plural de los
individuos; es tiempo de reflexionar para actuar responsablemente y así poder
heredar un futuro mejor a las nuevas generaciones.
Solamente si logramos unirnos fraternalmente podremos alcanzar esa ansiada
Paz; de otra manera NO podremos vivir en Paz en tanto reine la Inseguridad, el
Rencor, el Odio, el Fanatismo, la Violencia, la Intolerancia, el Femicidio, la
Discriminación, el Racismo, la Corrupción, la Impunidad, pero principalmente la
Desigualdad e Injusticia Social.
Los encomio humildemente a que nos revistamos de valor uniéndonos y
trabajando incansablemente para lograr la Paz, teniendo en mente que la Paz NO
es discurso, mucho menos patrimonio de Falsos Profetas y Líderes. En nuestra
historia reciente dieron ejemplo de valor, para obtener Justicia, Libertad y
Paz, sin recurrir a la Violencia Nelson Mandela, Martin Luther King, Indira Gandhi,
y en nuestra amada Guatemala, Monseñor Juan José Gerardi Conedera y Monseñor Rodolfo Cardenal Quezada Toruño.
Por último es preciso resaltar que
Guatemala esta urgida de Paz y Seguridad, es digna de un mejor futuro por tal
motivo recobremos nuevos bríos, redoblemos esfuerzos y luchemos con valor para
heredar a nuestros hijos e hijas, nietos y bisnietos, un futuro de Paz y Prosperidad. Tengamos siempre
en mente que el Alcanzar y Consolidar la
Paz es Responsabilidad de Todos, Amén. Javier Ramírez
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