El Demócrata de Guatemala

15 de diciembre de 2010

Aumenta el riesgo en las vidas de la niñez y adolecencia guatemalteca.

¿Cuanto más tendrán que esperar nuestros niños y niñas para que realmente sean escuchados y atendidos como una prioridad en nuestro país?.


POR: FRANCISCO JAVIER PÉREZ RAMÍREZ.

En entrevista para este medio informativo Nancy Juárez Campos del Componente de Derechos de niñez y Adolescencia del Área Cultura de Paz, de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHAG), expresó que no pueden dejar de sentir indignación por todos aquellos actos y omisiones que generan amenaza y muerte de todos aquellos niños, niñas y adolescentes en Guatemala.

Añadió que lo anterior se vio reflejado tristemente durante el año en curso, en el que se han incrementado en un 28 por ciento las muertes violentas de niñez y adolescencia comparadas con el año 2009; 358 niñas, niños y adolescentes han muerto de forma violenta por proyectil de arma de fuego y arma blanca hasta el mes de octubre del presente año.

En comparación con el total anual de 303 muertes por proyectil de arma de fuego y arma blanca reportadas en informe de la situación de la niñez y adolescencia de la ODHAG. Durante el año 2009.

Por otra parte indico que es alarmante el riesgo que corren más de 4,000 niños y niñas en este último trimestre del año, al ser explotados económicamente por coheterías que en su mayoría son clandestinas; en el país se reporta en hospitales nacionales que de cada 100 niños y niñas 04 mueren por quemaduras e intoxicación en coheterías y un número elevado ocupa las salas por problemas en la piel y pulmones.

Recalcando que la explotación económica y riesgosa que año con año viven nuestros niños niñas y adolescentes también, no debe pasar indiferente como un acto de violencia.

Paralelamente, agrego, observamos con suma preocupación como la situación de acceso a la justicia y restitución de derechos vulnerados hacia la niñez y adolescencia no es nada alentadora, más de 4,500 denuncias se han reportado a los juzgados de niñez y adolescencia durante este año.

En otro tanto señalo que Más de 1,000 niños y niñas fueron institucionalizados, los cuales esperarán como mínimo un año para poder reintegrarse a su vida familiar y cotidiana y en cambio únicamente se visualizan 60 retiros de agresores de sus hogares, más de 2,500 niños y adolescentes enviados a familias y hogares sustitutos.

Por otro lado, dio a conocer que para las y los adolescentes guatemaltecos las oportunidades de desarrollo se vuelven inaccesibles; ello derivado a que de la población atendida en el rubro de educación pública sólo el 9.6% representan adolescentes cursando su educación media.

En relación a espacios de sano esparcimiento destaco que solo se cuenta con la mínima inversión destinada para espacios y alternativas de recreación.

El incremento de embarazos en adolescentes, el desempleo que afecta a este sector poblacional; evidencia toda aquella violencia que invisibiliza las necesidades de este sector y deja una ventana de oportunidad para la utilización y reclusión de adolescentes para actos delictivos en nuestro país.

De acuerdo a datos estadísticos proporcionados por la ODHAG de enero a Junio del presente año, se registraron 3,926 embarazos en adolescentes en el territorio nacional.

Debemos de ser conscientes precisó, que sin oportunidades definidas y acciones de abordaje integral queda un saldo pendiente a la cual nuestros adolescentes guatemaltecos se enfrentan en la actualidad.

Para finalizar esta entrevista recalco que no podemos dejar de insistir que se requieren acciones prioritarias y coherentes con la situación de la niñez y adolescencia guatemalteca, generando un esfuerzo por consolidar un sistema de protección que pueda brindar la oportunidad de proyectar programas y proyectos con especial énfasis a la juventud y niñez guatemalteca.

Tales como la asignación de recursos que reflejen el verdadero interés superior de la niñez y adolescencia guatemalteca, cobertura en todo el país de los servicios que se brindan, fortalecimiento de equipos multidisciplinarios que cuenten con la sensibilización necesaria en su qué hacer laboral, y la prontitud y certeza ante la determinación de protección social y jurídica que reflejen un abordaje integral. Puntualizo.


¿Cuanto más tendrán que esperar nuestros niños y niñas para que realmente sean escuchados y atendidos como una prioridad en nuestro país?.