El Demócrata de Guatemala

21 de noviembre de 2012


“Ochocientos mil manos femeninas para producir”


Un total de 120 representantes, de 24 cooperativas femeninas de distintas regiones del país, y que conforman desde ya la Alianza de Mujeres Cooperativistas de Guatemala (AMCG), se dieron cita este día en los salones Monarca I y II, del Hotel Royal Palace, zona 1 capitalina, en lo que se constituyó en su Gran Encuentro Nacional y en atención a la Conmemoración del Año Internacional del Cooperativismo de la Organización de Naciones Unidas.

Entre las distintas actividades las representantes participaron en dinámicas de identificación, de asociación y reconocimiento individual, como también de sus respectivas organizaciones cuyas áreas de desarrollo económico se ubican en la agricultura, artesanías varias y líneas de textiles de prendas típicas, así como de consumo y vivienda.

En este sentido Aura Churumía, una de las delegadas participantes de la región de Sacatepéquez, argumentó que en la actualidad, la mujer en el cooperativismo en Guatemala representa el 42 por ciento, es decir más de 400 mil guatemaltecas, lo cual motiva a que el esfuerzo por recuperar su espacio, ganar su reconocimiento como ciudadana, ser y ente pensante, muchas veces con altas capacidades, sea este año.

“El cooperativismo en el país, se constituye en el pilar de la economía comunitaria o regional en distintos puntos del país, pero en especial, la manifestación plena que el trabajo, esfuerzo y entrega, sin olvidar la aportación en dinero individual, que coadyuva a una riqueza de toda una comunidad”, exteriorizó Churumía.

Por aparte, Claudia Samayoa de Barreno y Hilda Consuelo Mena Meza, dieron a conocer en sus disertaciones, que la experiencia de muchas de las presentes ha sido la exclusión sistemática de las tomas de decisiones y violación a sus derechos de género, a pesar que aportan económicamente como lo demanda la norma, y lo cual es un valladar por vencer.

En igual forma, se agregó, es importante el valor de su lucha para reconocer su espacio, ya que entre las presentes se identificaron mujeres con experiencia anterior en organización cooperativista, pero por igual, sin ser tomadas en cuenta.  

Al conclave se dieron cita representantes de Quetzaltenango, Sololá, Santa Rosa, Totonicapán, Quiché, Alta y Baja Verapaz, Huehuetenango, San Marcos, Petén, Guatemala y Sacatepéquez. 

De esa cuenta, fue vistosa la presencia de trajes propios a sus regiones, mezclados con vestimenta de la llamada ladina pero, sin distinción de clase, más bien, la unión de un sentimiento cooperativista, un sentimiento femenino. Para EDG Noticias reportó: Javier Ramírez.

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