El Demócrata de Guatemala

29 de octubre de 2012



El liderazgo y los Acuerdos de Paz.


El tema del liderazgo en la actualidad es de sumo interés, en virtud de que está vinculado a la presente crisis mundial en que se debate la humanidad; desde mi punto de vista muy particular la crisis global se debe a la falta de liderazgo efectivo que pueda dirigir a la sociedad hacia el tan anhelado desarrollo y progreso, pero sobre todo encaminado al bienestar colectivo.

Por lo tanto bajo esta premisa como primer paso debemos tener clara la diferencia entre el líder y el liderazgo, porque cuando se habla de líder se habla de personas específicas dentro de una agrupación u organización, en tanto que el liderazgo nos habla de la función, del trabajo que desarrolla el líder.

El liderazgo es un plural, no se puede pensar en un líder sin su equipo e inversamente un equipo sin su líder; son dos realidades que se necesitan mutuamente, veámoslo de esta manera el líder es un servidor del equipo, porque el equipo funciona mejor con un liderazgo compartido de manera democrática, consensuada, e incluyente.

Por otra parte cuando una persona tiene la capacidad de movilizar o inspirar a la gente para que alcance determinados objetivos de una manera satisfactoria para el grupo de personas al que representa, podemos decir que tiene liderazgo.

Pero, sin embargo, los hechos ocurridos en los últimos 25 años, nos han heredado una cultura del caudillismo, es decir que estamos acostumbrados a tener en nuestras organizaciones o agrupaciones un jefe supremo que controla toda la organización u agrupación.

Es precisamente ante esta situación que surge la exigencia de construir un nuevo liderazgo, reconstruyendo los conceptos y definiciones que las personas tienen del liderazgo, es algo imprescindible el que se construya desde la práctica diaria.

Siendo nosotros mismos el motor que haga el cambio de pensamiento, lo que indudablemente generá ese liderazgo que es sumamente necesario en nuestras organizaciones sociales y que nuestro país necesita con urgencia.

¿Está Guatemala preparada para estos cambios en el rubro del Liderazgo?, para responder a esta interrogante se hace necesario remontarnos a la historia reciente de nuestro país.

Teniendo en cuenta que nuestra realidad nacional fue de 36 años de Conflicto Armado Interno entre la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) y el Ejercito de Guatemala, por la búsqueda de reiniciaciones sociales que los mantuvo enfrentados afectando a la sociedad guatemalteca en general.

Y que para ponerle fin fue necesario que representantes de estos dos sectores se sentaran a dialogar y negociar sus respectivas posiciones, este proceso duró del año 1986 al año de 1996, al cual se le conoce como Proceso de Paz y que condujo a la aprobación y firma de varios acuerdos, a los que denominaron Acuerdos de Paz mismos que sirvieron de base para finalizar dicho enfrentamiento armado.


La verdad no me he desviado del tema del liderazgo, pero para entender a profundidad este tema es necesario llegar al meollo del asunto, ello en virtud de que los Acuerdos de Paz, ya sean operativos o sustantivos entre los que sobresalen el Acuerdo Sobre la Identidad y derechos de los Pueblos Indígenas, el Acuerdo sobre Aspectos Socioeconómicos y Situación Agraria, Acuerdo sobre Reformas Constitucionales y Régimen Electoral, y el más importante el Acuerdo de Paz Firme y Duradera.

Desde mi humilde punto de vista No solo se hace necesario conocerlos sino que también nos debemos de sentir obligados a apoyarlos incondicionalmente, haciendo todo lo que este a nuestro alcance para lograr su cabal cumplimiento.

En este sentido es importante mencionar luego de analizar brevemente pero de manera sustanciosa nuestra historia reciente, el destacar que el 29 de Diciembre de 1996 inicio para Guatemala una etapa nueva, con la firma de la Paz Firme y Duradera.

Pero para que esa Paz sea posible en nuestro país es necesario que exista voluntad y buena disposición para lograr un verdadero cambio, y este debe ser desde nosotros mismos, desde el cambio de actitudes negativas en actitudes positivas, en nuestro trabajo honesto, en nuestras familias y en nuestra sociedad.

En relación a lo anterior debemos tomar en cuenta que en los albores de este Siglo XXI, es sumamente importante pensar en un relevo generacional, es decir que nuevos lideres tomen las riendas de las organizaciones o agrupaciones, pero con nuevas ideas, nuevos conceptos, que nos ayuden a conseguir el bienestar social No solo de un pueblo sino de la Sociedad guatemalteca en general.

Por supuesto es necesario estar consientes que los lideres No nacen ni se fabrican en escuelas de lujo, sino que se hacen a si mismos por la determinación de serlo, no hay ninguno de nosotros que en algún momento, en que en más de alguna situación no dude en ponerse al frente y ocupar entonces una posición de liderazgo.

En el mundo y de manera muy particular en Guatemala, se necesitan liderazgos capaces de formular visiones compartidas por audiencias cada vez mas amplias, necesitamos liderazgos dotados de legitimidad basados en la credibilidad y confianza que inspiren, lo que depende automáticamente de las cualidades personales, y de un proceso de coherencia entre el discurso, las acciones y los resultados.

Insisto en nuestro país necesitamos liderazgos capaces No de ahogar los conflictos sino de saber enfrentarlos positivamente, que puedan convertir demandas, valores y motivaciones conflictivas en cursos de acción coherentes, pues estamos claros que ningún experto Nacional e Internacional podrá sacar de su maletín de soluciones una Varita Mágica que evite a los países de Latinoamérica incluyendo a Guatemala, los sufrimientos del Progreso y el Desarrollo.

Analicemos, siempre que estamos en tiempos de Crisis Económicas, Políticas, y en épocas de Electorales, tendemos a buscar liderazgos erróneos y pedimos a voz en cuello que venga alguien con una respuesta a nuestros problemas,  con decisión, con fuerza y un mapa del futuro, alguien que sepa a donde ir, alguien que convierta en simples los problemas complejos. 

En lugar de buscar salvadores, deberíamos buscar un liderazgo que nos desafié a enfrentar los problemas y buscar soluciones, pero sobre todo que nosotros mismos cambiemos de actitudes de conducta y de valores. Y coadyuvemos con ello al tan anhelado Progreso y Desarrollo de nuestro amado país.

Por otra parte, todos los líderes positivos, saben estas cosas tan simples que a continuación enumerare y que solamente un verdadero líder pone en práctica:

  1. No se es líder por ser querido o admirado, se es líder porque los seguidores hacen las cosas correctas y obtienen los resultados esperados. Popularidad No es Liderazgo.
  2. Que el liderazgo No es rango, privilegio, títulos, dinero, es hacerse responsable y ponerse al frente.
  3. ¿No se preguntan ¿Qué quiero? Sino que debe hacerse. Luego se preguntan que puedo y debo hacer.
  4. Los lideres establecen la diferencia con ejemplos, No son predicadores son hacedores.
  5. No temen a la fuerza de sus agremiados o asociados, o al cambio generacional porque saben que el mayor logro y gloria consiste en atraer a su servicio mejores personas que ellos.
  6. Se someten a la prueba del espejo para comprobar cada mañana que la persona que ven es la persona respetable que quieren ser.
  7. Son tolerantes con la diversidad de pensamiento de sus colaboradores, pues no buscan copias al carbón de si mismos.
A 15 años, 09 meses y 29 días de la firma de la Paz Firme y Duradera, hemos asimilado que un solo leño No arde, y de la misma manera un solo sector de la sociedad No podrá construir la Paz.

Porque la Paz que hemos de construir debe recorrer el camino del dialogo, en el que no haya lugar a represalias o venganzas, en donde no exista la Discriminación ni el Racismo ya sea cultural, étnico, religioso, ideológico, o de estatus social.

Lo anterior es compromiso de todas y todos, en el que cada uno este consciente de que posee el potencial adecuado y que en cualquier momento puede tomar la posición de líder y ejercer un liderazgo positivo. Javier Ramírez.

PD/ Quiero de manera especial manifestar mi profundo respeto por el esfuerzo realizado a los estudiantes de nuevo acuño, por concluir satisfactoriamente sus estudios de nivel medio, diversificado o superior, y que se graduaron este año sin importar su Carrera Profesional.

Y Que indudablemente de ellos saldrá el nuevo relevo generacional, es decir nuevos lideres que tomen las riendas de las organizaciones o agrupaciones, pero con nuevas ideas, nuevos conceptos, que contribuyan a alcanzar el bienestar social No solo de un pueblo, sino de la Sociedad guatemalteca en general.

Mi admiración por su dinamismo, su fuerza avasalladora y su incontenible ímpetu y su deseo de superación y de la búsqueda de nuevas carreras profesionales que les permitan contribuir al desarrollo y progreso de ustedes, sus familias y la sociedad guatemalteca en general. Y por no conformarse con las carreras profesionales tradicionales y buscar nuevos caminos de aprendizaje.

Para finalizar este artículo deseo patentizarles mis sinceros deseos porque el camino de la vida les depare muchos éxitos. Que en los momentos más difíciles, cuando los vientos y la tormenta sean más fuertes  la fortaleza de su espíritu que les caracteriza, los mantendrá de pie.

Pero si en algún momento desfallecen, puedan recordar que “Las y los líderes pueden caer al suelo, pero se permiten levantarse, sacudirse el polvo, y seguir de frente, porque saben que al llegar a la cima, les espera un nuevo horizonte que recorrer.”

Deseo de todo corazón que cada uno de sus días este lleno de Luz, y que puedan elevar una oración, un agradecimiento al líder supremo, al líder que todo lo puede, a Dios nuestro señor. Amén.

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